El helado de stracciatella es un clásico de los gelatos. Porque, efectivamente, es de origen italiano. Ese nombre tan sonoro viene de una sopa. La sopa stracciatella, que se hace con huevo y caldo, es muy popular en Roma.
En 1961, en el restaurante La Marianna de Bérgamo se inspiraron en la sopa para inventar un nuevo helado. El resultado fue un gelato a base de leche relleno de irregulares trocitos de chocolate (stracciato significa despedazado en italiano).
El helado de stracciatella es básicamente un helado de nata con trocitos (ni fideos ni láminas) de chocolate. Es decir, el de stracciatella es uno de esos helados que se hacen sin huevo.
Nuestra receta es para elaborarlo sin heladera, pero sí incluye azúcar invertido, que es lo que va a dar a nuestro helado su gran cremosidad (al final tenéis la manera de hacer este azúcar invertido).
Ingredientes
- 300 ml. de nata fresca
- 200 ml. de leche entera fresca
- 80 gr. de chocolate negro
- 75 gr. de azúcar
- Una cuchara de azúcar invertido
- Una cucharadita de extracto de vainilla
Información práctica
- Tiempo de elaboración: 45 minutos
- Calorías: 230 kcal los 100 gr.
Elaboración
- Ponemos en un cazo la leche y el azúcar.
- Calentamos, sin que llegue a hervir, hasta que el azúcar se disuelva.
- Dejamos enfriar.
- Troceamos el chocolate negro y reservamos.
- Batimos la nata.
- Le añadimos la leche (ya enfriada), el azúcar invertido y la vainilla.
- Lo mezclamos bien con movimientos envolventes.
- Vertemos en un molde para helados.
- Lo metemos en el congelador.
- Dos horas después lo sacamos y lo volvemos a batir.
- Si ya tiene textura cremosa, añadimos el chocolate troceado.
- Volveremos a sacar el helado del congelador cada 2 horas y lo batiremos. Conviene hacerlo 2 o 3 veces antes de servir.
Si no tienes azúcar invertido, toma nota:
- 375 gr. de azúcar
- 150 ml. de agua
- Una cucharadita de zumo de limón
- Una cucharadita de bicarbonato sódico
- Ponemos el agua, el azúcar y el zumo de limón en un cazo.
- Removemos y lo ponemos al fuego.
- Lo dejamos cocer unos 10 minutos a fuego medio-alto.
- Lo retiramos del fuego y dejamos enfriar unos 15 minutos, removiendo de vez en cuando.
- Pasado ese tiempo, añadimos el bicarbonato y removemos.
- A medida que se enfría aparecerá en la superficie una capa blanquecina. La retiramos.
- El líquido resultante ya es el azúcar invertido, que podemos guardar en un tarro hermético para futuros usos.
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